Plaza Polifunción: La expectativa de tener un lindo lugar para convivir
¿Qué los llevó a presentar la obra?
Diego Olivera. La propuesta nació a partir de la inquietud de los cooperativistas sobre qué iba a pasar cuando estuviésemos habitando. La especulación era muchísima. El hecho de que se inserte tanta gente en el barrio, somos más de 200 personas, implica tener espacios de recreación. Y en este lugar iba a quedar un espacio baldío en donde la Intendencia, por lo que tenemos entendido, no tenía previsto un proyecto. Entonces decidimos intervenirlo nosotros y tomamos la iniciativa de participar en el Presupuesto Participativo. Queríamos que trascendiera a los compañeros de la cooperativa, por lo que empezamos a convocar a los vecinos del barrio. Creamos una comisión de la plaza, ya con el fin de conformarla, y comenzamos a diagramar y a pensar qué podía tener.
¿Cómo fue el proceso de elaboración de la propuesta?
DO. Charlando en la comisión pensamos qué le podíamos poner a la plaza. Pensando en los gurises se planteó una canchita polifunción en donde puedan desempeñar diferentes deportes. También nos pareció adecuado realizar un pequeño anfiteatro para hacer algunos espectáculos y que sirva de gradas para la cancha. Juegos para niños y un espacio para ocio donde haya bancos con mesas. Otra parte interesante de la iniciativa es que los árboles sean autóctonos. Este proyecto va a ir variando un poquito pero sin modificar mucho lo que votó el barrio.
Marcos Beracco. Una vez que salió el presupuesto con el apoyo de los vecinos, estamos intentando en coordinación con el arquitecto del Centro Comunal Zonal trabajar esa idea inicial y ampliarla a la mayor cantidad de vecinos para tomar la decisión de diseño lo más ajustada posible.
¿Cómo se enteraron de la posibilidad de presentar un proyecto al Presupuesto Participativo?
DO. Muchos ya sabíamos porque habíamos ido a votar. Yo, por ejemplo, era del Parque Posadas y tengo un amigo que fue concejal en el barrio y voté allá en varias ediciones del Presupuesto Participativo. Creo que todo el mundo habrá visto en la tele y en la radio.
¿Cómo fue la campaña para la elección?
DO. Fue terrible campañón el que nos mandamos. En la comisión elaboramos volantes con algunos aspectos de lo que proponíamos que se votara, con información del día de la votación, el número de la propuesta. Después armamos brigadas de dos o tres personas, nos repartimos las calles y salimos a tocar las puertas para dejar volantes. También entregamos en una feria que hay a dos cuadras, en los complejos habitacionales de la zona e invitamos a más gente a que se sumara. Hicimos pasacalles que colgamos del edificio de la cooperativa, resaltando que la plaza iba a ser pública y abierta al barrio. La intención siempre fue abrirnos al barrio.
¿Recuerdan cómo se sintieron cuando se enteraron de que el proyecto había sido electo?
DO. Me acuerdo que estábamos en la azotea haciendo una tarea y nos mandaron la confirmación de que la propuesta había sido elegida y empezamos a los gritos. Todo el mundo festejando en el medio de la obra. Y a su vez le gritábamos a los vecinos de afuera que habíamos ganado el proyecto. El día de la votación para mí fue lo mejor.
¿Cuáles son las principales expectativas que tienen de la realización de la obra?
MB. La expectativa más grande es concretar un espacio público para la comunidad que reúna a todo el barrio. Me parece que incluir a la mayor cantidad de personas posibles en la toma de algunas decisiones es avanzar mucho más en ese objetivo. En principio es apropiarse del espacio antes, durante y después. Tener un lindo lugar para convivir.
¿Qué valoración personal le otorgan a la herramienta?
MB. Creo que es una herramienta potente, que puede tener cosas a mejorar.
DO. Para mí es buenísima. Es lo más cercano a la acción casi directa, digamos. Lo que pasa es que está muy mal utilizado en algunos sentidos.
