Tener un animal es una responsabilidad. Necesita afecto, cuidados y protección para su bienestar, el de su entorno familiar y el de la comunidad a la que pertenece.
Si estás pensando en tener un perro o un gato, no los compres, adoptalos en algún refugio o veterinaria. Antes de hacerlo asesorate con un o una profesional en veterinaria, ya que serás responsable de ellos.
¿Qué implica la tenencia responsable de un animal?
- Dedicarle tiempo. Brindarle afecto y un espacio adecuado donde se puedan compartir juegos y hábitos familiares.
- Es imprescindible mantener su higiene y la de los recipientes que utiliza para tomar agua y comer.
- Brindarle alimentación adecuada y en buen estado. Dejar siempre a su alcance agua potable fresca para beber.
- Llevarlo en forma periódica a la veterinaria para mantener un adecuado estado de salud.
- Seguir las recomendaciones del profesional para prevenir enfermedades y evitar la transmisión a las personas (zoonosis).
- Castrar y chipear a tu perro o gato, hembra o macho, para evitar el abandono y la sobrepoblación de animales.
- No dejar suelto a tu perro en los paseos, con excepción de los lugares dispuestos por la Intendencia para ello. Llevarlo con collar y bozal de ser necesario.
- Llevar siempre bolsas biodegradables para recoger sus desechos y así evitar la propagación de enfermedades.
- Si tenés una perra, evitá sacarla de tu hogar cuando está en celo.
- No abandones ni maltrates al animal. Dentro de lo que consideramos maltrato se encuentran los golpes, quemaduras y mutilaciones, pero también promover peleas o asistir a estas, tenerlos atados todo el tiempo y no protegerlos de las inclemencias climáticas.
¿Sabías que existe una ley de protección animal?
Es la Ley Nº 18.471 del año 2009 exige que para tener un animal a cargo seas responsable y le des alojamiento, alimento, agua y protección de las condiciones climáticas.
No podés abandonarlo o dejarlo suelto en lugares públicos y tenés que tratarlo correctamente, no maltratarlo ni lesionarlo.