El mercado del futuro
Tras 84 años de funcionamiento en el recinto ubicado en la calle Cádiz 3280, el Mercado Modelo trasladará sus funciones a su nueva sede, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), en la zona de La Tablada (camino Luis Eduardo Pérez y camino La Granja).
Desde entonces ha funcionado como articulador de peso entre la actividad agrícola nacional de grandes, medianos y pequeños productores, la propia del Montevideo rural y la cadena comercial mayorista y minorista de la capital del país.
Aproximadamente el 64% del volumen de frutas y verduras que se consume en Uruguay, y entre el 85 y el 95% de lo que se comercializa, pasa por el Mercado Modelo.
Son varias las familias y grupos granjeros que desde tempranas horas de la madrugada comienzan su actividad, ingresando al mercado toneladas de productos de las más diversas especies para abastecer a feriantes, comerciantes minoristas y servicios.
El mercado se ha configurado también como un espacio de encuentro de distintas realidades sociales y culturales del país a lo largo de la historia. Allí conviven diariamente personas con diferentes ocupaciones, formación, origen y necesidades.
Productores, mayoristas, administrativos, trabajadores de carga y descarga, vigilantes, feriantes y otros comerciantes minoristas comparten el actual espacio reducido, que a partir del 22 de febrero entrará en expansión tras la mudanza a la UAM.
En ese sentido, según estimaciones, se espera un incremento de la actividad que implicaría que entre 8.000 y 10.000 personas convivan de forma diaria. Esto significa una duplicación del público que actualmente concentra el Mercado Modelo en su funcionamiento cotidiano.
Mudanza a la modernidad
Ya son más de 500 los operadores de diferentes rubros que han firmado su contrato y comenzarán a funcionar desde el lunes 22 en la UAM.
La operativa implicará que estos realicen el traslado de sus bienes y mercadería hasta el predio de la UAM los días 19, 20 y 21.
Una vez en marcha, desde la UAM se incorporarán actividades complementarias que contribuirán al desarrollo de un sistema de abastecimiento y distribución más eficiente y transparente, basado en menores costos logísticos y pérdidas.