La gloria eterna en Montevideo
La Intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, quien asistió a los tres encuentros, volvió a destacar que nunca antes tres finales de estas características se habían jugado en la misma semana en una misma ciudad y que Montevideo se preparó como anfitriona. Montevideo fue la elegida y el gobierno departamental desplegó un plan con varias acciones para los eventos.
De cara a esta fiesta del fútbol la Intendencia de Montevideo llevó adelante un plan estratégico de infraestructura, servicios y actividades culturales, para que fuera una experiencia inolvidable, tanto para quienes nos visitaron como para quienes habitan la ciudad.
Decenas de miles de turistas brasileños llegaron a Montevideo y en los días previos la recorrieron y se hicieron muy visibles en varios puntos de la ciudad participando de múltiples eventos y actividades paralelas. En la final de hoy colmaron el mítico Estadio Centenario que lució casi repleto.
En una tarde soleada y con tribunas llenas de color, cantos y movimiento, Palmeiras abrió el score en el minuto cinco con una veloz jugada de Maike por la derecha, que culminó con un mortal centro atrás para que Raphael Veiga definiera dentro del área con un remate bajo a la izquierda del arquero.
Recién en el minuto 72 de la segunda parte, tras una pared perfecta entre Gabriel Barbosa (Gabigol) y De Arrascaeta, el goleador remató desde la izquierda y el balón entró abajo junto al primer palo para decretar el empate.
Flamengo parecía mejor y tuvo un par de chances consecutivas que pasaron muy cerca de los postes pero el encuentro terminó empatado en los noventa minutos.
A poco de comenzar el alargue, el defensa de Flamengo, Andreas Pereiras, se cayó y dejó servido el balón para que Deyverson se fuera solo hacia el arco y rematara ante la salida desesperada del arquero, que nada pudo hacer.
Palmeiras intentó en todo momento bajar las revoluciones del partido mientras Flamengo se desesperaba y no encontraba los caminos al arco rival. Nada movió el tanteador y los verdiblancos terminaron festejando la obtención del título.
Tras los rápidos festejos que clausuraron la fiesta en el campo de juego, el estadio se fue vaciando y una multitud de hinchas comenzó el recorrido para volver a su país. Largas filas de ómnibus esperaban en el área de exclusión definida en el parque Batlle. Otros, victoriosos o derrotados, se aprestaban para disfrutar de Montevideo un día más en el fin de semana.
A la par se desplegaban los diferentes operativos de limpieza y movilidad para mantener a Montevideo en las mejores condiciones que visitantes y quienes la habitan se merecen.
Cientos de funcionarias y funcionarios de la IM, de trabajadores del Plan ABC, de voluntarias y voluntarios, participaron activamente durante los eventos y actividades que se desplegaron antes y durante los días en que, fiel a su historia, Montevideo se hizo más amiga del fútbol.
