Buenas raíces

¿Te has preguntado de dónde salen los árboles que se encuentran en tu plaza favorita? ¿O qué árbol es el que está en tu calle? ¿Quién los plantó allí, cuándo y cómo? Las respuestas a estas preguntas se esconden en el Vivero Departamental.

Trasladado estratégicamente al Montevideo rural (camino Toledo Chico 5852) desde hace 20 años, el Vivero Departamental es la unión de cinco viveros municipales centenarios. Comparte territorio con la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos (TRESOR), con la que trabaja codo a codo.

Es un espacio de 20 hectáreas que depende del Departamento de Desarrollo Urbano de la Intendencia de Montevideo, a través de su Servicio de Áreas Verdes.

En él se producen alrededor de 50% entre de los árboles y arbustos destinados a plazas, calles y espacios públicos departamentales y, desde 2019, está dirigido hacia la producción agroecológica. Con ese objetivo en mente el personal ha innovado en formas y técnicas para alcanzar esta meta.

Se producen especies de árboles exóticas y nativas hasta alcanzar el tamaño para el ornato público (más de 2.5 m de altura y 2.5 cm de diámetro de tronco al metro de altura) lo que implica que demoren de cinco a ocho años en estar listos para la entrega.

La ingeniera agrónoma Satomi Moriyama, encargada del vivero, lo describe como un desafío y una apuesta a largo plazo. Montevideana de Melilla, hija de padres japoneses, Satomi se graduó de la Facultad de Agronomía, con perfil en granja, en lo que a lo largo de su vida cursó y se especializó, tanto nacional como internacionalmente, llegando a ser una experta en injertos y ornamentales. Trabaja para la Intendencia desde hace más de 15 años, y hace dos tomó la dirección del vivero.

Ella narra los desafíos a los que se enfrentan día a día y la experiencia de dirigir un equipo pequeño pero comprometido con la labor de cuidado y mantenimiento de más de 28.000 plantas.

Satomi trabaja junto a tres trabajadoras/es municipales y siete cooperativistas subcontratados para las labores operativas y de limpieza.

El vivero cuenta con 200 especies de las cuales 45 son nativas, y con ejemplares exclusivos del vivero. El criterio de producción específico hace énfasis en aquellas especies exóticas difíciles de encontrar en viveros de plaza y/o especies nativas difíciles de adquirir.

Las plantas y árboles seleccionados se distribuyen a lo largo y ancho del territorio departamental, entre abril y agosto de cada año en la mayoría de los casos. Los destinos son plazas, calles o espacios municipales, y se utilizan para reponer ante una pérdida o plantar nuevos ejemplares. En 2021 se entregaron 5.234 plantas con un valor equivalente a más de 14 millones de pesos.

Lo más importante y la razón por la cual el vivero tiene una excelencia en producción es la trazabilidad que manejan con sus especímenes, fundada en el autoabastecimiento de semillas. Se plantan con planificación y en coordinación con los técnicos de Áreas Verdes y de los municipios.

Hay un seguimiento regido por una trazabilidad y retroalimentación mediante el armado de un banco de germoplasma de producción propia mediante el Semillero, único a nivel departamental. De esta manera se sigue la semilla desde la planta madre hasta el vivero y de allí hasta el producto final, sabiendo de este modo de y hacia dónde van los especímenes, por identificación y ubicación de cada uno de los ancestros e hijos que están ubicados dentro del ornato público.

La labor de estos nobles seres vivos, plantas y árboles, es aportar calidad al aire y biodiversidad al ecosistema, brindando una mejor calidad de vida a la ciudadanía. Se estima que en una ciudad debería existir un árbol cada tres personas. Montevideo tiene aproximadamente uno cada cuatro, lo que la convierte en una de las ciudades más verdes de la región, logrando así una óptima calidad ecológica.

Satomi es optimista y mira a futuro, aguardando los resultados de sus labores actuales y anhelando que el vivero y su trabajo sean más conocidos. Espera que las y los montevideanos se apropien de los espacios públicos a través de la cultura ecológica.

Con la compañía de los perros del lugar, cuidados por el personal y en sinergia con su vecino TRESOR, que le brinda apoyo logístico, el equipo del Vivero Departamental se enfrenta día a día a nuevos retos y desafíos, promoviendo una Montevideo más verde con la seguridad de que hay buenas raíces.