Cuidados ante olas de frío
- Evitar esquilarlos, su pelaje es una barrera fundamental contra el frío.
- Las razas pequeñas o de pelo corto son más susceptibles, se recomienda proporcionarles abrigo extra, por ejemplo, ponerles una capa.
- Es importante tener en cuenta que si el animal sufre de problemas osteoarticulares, su malestar se verá acentuado por los fríos. Consultá con tu veterinario de confianza para prevenirlo.
- Cuidarlos de los cambios bruscos de temperatura, en especial con las razas braquicéfalas (las que tienen hocico chato).
- De ser posible hacer que duerman dentro del hogar, en especial los animales más viejitos y los cachorros, ya que tienen mayor dificultad para regular su temperatura y su sistema inmune es más débil.
- No dejarlos sin supervisión cuando se usan los distintos medios de calefacción, ya que puede ocurrir un accidente. En caso de abandonar el hogar, es mejor apagarlos y proporcionar una cama abrigada, donde el animal pueda dormir aislado del suelo.
- En caso de animales que deben dormir afuera, brindar un lugar resguardado de corrientes de aire, bajo techo o poner una casita donde puedan dormir.
- Al momento de llevarlos a su paseo es importante evitar las horas de máximo frío o heladas. Llevarlos preferentemente cuando hay sol o, en su defecto, abrigarlos.
- Precaución antes de salir en auto: los gatos que están en la calle suelen resguardarse entre las ruedas, es conveniente golpear el capó antes de encenderlo para asegurarnos de que salgan.
- Es fundamental tener su plan de vacunación al día y proporcionarle una buena alimentación ya que el frío los vuelve más susceptibles a las enfermedades. Ante síntomas como tos, estornudos, temblores, dificultad respiratoria, secreción ocular o nasal, consultá con tu veterinaria de confianza.
Cuidados ante olas de calor
- Evitar esquilarlos, su pelaje es una barrera fundamental para regular su temperatura corporal.
- Evitar los paseos entre las 10 y las 17 h en verano o en épocas de mucho calor. Las altas temperaturas del hormigón pueden generar quemaduras en las almohadillas de sus patas.
- No generar al animal actividades de alta intensidad durante las horas más calurosas.
- Dejar siempre agua fresca a disposición del perro o gato.
- Brindar un espacio de sombra accesible para el animal.
- En caso de que el animal haya estado expuesto a altas temperaturas y comience con síntomas como decaimiento, vómitos, diarrea, deshidratación o temperaturas por encima de 39.5°C, consultá de forma urgente a una veterinaria para evitar que las consecuencias por golpe de calor sean graves.
- Recordá que tanto los cachorros como los animales gerontes (viejos) son los que tienen mayor probabilidad de sufrir una deshidratación severa.