Mercado Modelo, últimas jornadas

"Toda una vida acá adentro", dijo un veterano, emocionado en medio de un aplauso improvisado que corrió como un reguero de manos al aire. Fue un gesto con un poco de homenaje y mucho de sentida despedida ante el último día de trabajo del Mercado Modelo. Desde inicios de la colonia, distintos mercados fueron concentrando la venta de los frutos de la tierra que rodeaba a Montevideo. En 1935 comenzó la ambiciosa obra del Mercado Modelo, un enorme edificio art decó diseñado por el arquitecto Gualberto Rodríguez Larreta, con intervención del Arq. Leopoldo J. Tosi en la estructura metálica del techo, emplazado en las afueras del centro urbano de la época hasta que la ciudad lo fue rodeando. En enero de 1937 se inauguró formalmente. Durante 84 años concentró la actividad agrícola nacional de grandes, medianos y pequeños productores y la cadena comercial mayorista y minorista de la capital del país. El 19 de febrero de 2021, el inicio de la jornada parecía un día más pero no lo era. A las cuatro de la madrugada, sin rastros del amanecer, filas de camiones recortaban el paisaje mientras miles de trabajadores inciaban el trajín de carros y elevadores. La intensidad de movimientos es enorme, dentro y fuera del Mercado que, visto desde el balcón interior, parece un enorme laberinto con sus hileras de cajones apilados formando pasajes y recovecos. Al clarear la mañana el Mercado Modelo alcanza la cúspide de su actividad con miles de compraventas que determinan los precios y aseguran la llegada de las mercaderías hasta el más humilde almacén en cualquier barrio de esa Montevideo que recién comienza a despertarse. Poco a poco el vértigo en la gran nave central se aquieta mientas el sol se filtra por los ventanales del enorme techo, con columnas de luz que se derraman sobre los cajones vacíos. Es el último día. Horas más tarde comenzará la mudanza a la Unidad Agroalimentaria Metropolitana. El viejo mercado en silencio atesora su historia a la espera del futuro, porque el modelo está cambiando.