La terraza: un mirador a nuevos horizontes
¿Cómo se les ocurrió presentar esta propuesta?
Diego García- Hace muchos años venía caminando de paso hacia el Parque Vaz Ferreira y había muchos niños jugando en este lugar. Me quedé como una hora con ellos. Después nos tiramos a charlar y estuvo buenísimo. Me dieron tremendas ganas de hacer algo acá y pensé: en algún momento se va a dar. Y ahora soy parte de la Comisión de Patrimonio de Rampla y este predio cedido por la Intendencia es parte del patrimonio del club. Está prácticamente abandonado entonces con los chiquilines de la Comisión se nos ocurrió presentar una propuesta al Presupuesto Participativo, con miras a trabajar con la gente del barrio. La idea es abrir este espacio, que tiene la mejor vista de Montevideo, y poder darle una utilidad.
¿Cómo se enteraron de que existía el Presupuesto Participativo?
DG- Este es un barrio muy militante socialmente y ya habíamos votado otras propuestas del PP, como el salón de la casona del Liceo 11, el Centro Cultural Oeste y el Verdirrojo.
¿Qué beneficios creen que va a traer esta obra?
Jorge Rodríguez- Recuperar un sitio abandonado que tiene una historia atrás. La idea es unificar, que no sea solo para el uso de Rampla, sino que pueda recibir a todos los que vengan. Nos interesan los proyectos sociales y culturales. Este es un lugar precioso pero está totalmente abandonado, entonces esto va a ayudar a que el barrio crezca cultural y deportivamente.
¿Cómo se imaginan el lugar cuando esté hecha la obra?
DG- Yo me lo imagino lleno de vida. Con mucho campeonato de fútbol pero también con proyectos que involucren otras disciplinas, hechas por y para el barrio, abiertas a toda la comunidad. Además lo que más me imagino es un salón multiuso muy lindo que va encaminado en lo que es la bioconstrucción y que para mí eso va a ser un lindo desafío para trabajar con las escuelas en lo profundo, para arrimar a los gurises a los proyectos. También me imagino la huerta, que es un espacio donde conviven todas las generaciones, es un dinamizador social. Además con el proyecto Ipiranga, la recuperación de La Planchada, que está sonando fuerte en el barrio, y los que se vienen para la fortaleza, se está tramando una red invisible que va tejiendo los lazos del barrio. Esperemos seamos parte de esa red.
¿Qué valoración personal le otorgan a esta herramienta de participación?
DG- A mí me parece que es una mano enorme. Las ideas salen de los propios vecinos, esa libertad está buenísima. De repente a vos te surge una propuesta, la presentás y que pueda ser potenciada con una buena inversión está bárbaro. Mi valoración personal de este programa es muy alta.
JR- Es una forma muy democrática de crear obras. La Intendencia puede hacer obras que estén buenísimas, pero no hay mejor intervención que la que desean los vecinos, que son los que conocen el barrio y ven de cerca las necesidades que tiene. Es una herramienta muy útil para los vecinos.