Monumento a Yemanjá
El monumento fue naugurado en 1994, tras iniciativas del movimiento afroumbandista liderado por el Pai Babá Armando Ayala para homenajear al Orixá Yemanjá, madre universal de las aguas.
Obra del escultor cerrense Ulrico Habegger, está realizado en bronce recolectado solidariamente por la comunidad umbandista.
Se ubica frente a las costas del Río de la Plata, a pocos metros de la playa Ramírez. El 2 de febrero de cada año convoca multitudes para ofrendar a la Madre Universal relacionada con el mar.
En febrero de 2020 se reinauguró el monumento tras iniciativa de Afroumbandismo Verde, un colectivo que impulsa el cuidado de la naturaleza como patrimonio de los Orixás, solicitando a Espacios Públicos de la IM y al Equipo Técnico de Educación Ambiental del Departamento de Desarrollo Ambiental, la restauración del espacio donde está emplazado el monumento, tras el deterioro de la iluminación, la reja y la base que era receptorio de múltiples ofrendas. Se colocaron luces, bancos nuevos, una base con plantas y en cada esquina macetones para colocar velas.
El monumento fue ideado y patriocinado por la Asociación Templo Evangélico Espiritual Umbandista Menino Deus (Ateeumd) el cual era presidido por Armando Ayala, reconocido nacional e internacionalemente por su defensa y valorización de la religiosidad y cultura afro. Con respecto al monumento él sostenía: "Es una imagen cargada de un alto contenido simbólico, representa la maternidad y la fecundidad. Nos muestra a la madre en permanente posición de brazos abiertos indicando que recibe a todos sus hijos por igual. La maternidad y fecundidad se encuentra expresada en la anchura de sus caderas (significa haber tenido hijos y estar preparada para ello), la ampulosidad de sus senos demuestra la alimentación que le dio a sus hijos. Ambos símbolos se usaban en África. La ostra que está tras ella y la estrella de su frente nos indican la fuerza y la energía del mar y el agua, símbolos de la vida. En la mano derecha lleva dos hipocampos como símbolos del amor eterno, pues estos animales se emparejan de por vida a través de la unión de sus colas. Su unión es para siempre hasta el punto de que si uno de ellos muere, el otro lo hará con también. Las culturas y tradiciones africanas en América hicieron raíces y se integraron a la cultura de cada país y hoy forman parte de ella".
En los cuatro lados del monumento se ubicaron placas de mármol con poesías; actualmente solo se encuentra una de ellas placas, que contiene una reza a Yemanjá en Yoruba.
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