Micro y pequeños emprendimientos en la Semana Criolla
Por la entrada por Lucas Obes se puede encontrar el galpón que reúne los emprendimientos que forman parte de la Unidad Mypes, los Cedeles Carrasco y Casavalle, y del Parque Tecnológico del Cerro (PTI).
Además, allí se ubica una oficina de la división Turismo, donde se puede conocer la oferta turística de la ciudad y obtener detalles sobre el recorrido del Bus Turístico.
En conversación con varias emprendedoras que trabajan en esta edición de la Semana Criolla nos compartieron su experiencia:
Ikara
Francis Estévez tiene un emprendimiento textil llamado Ikara, que en indígena significa “raíces”. Trabaja con diseños confeccionados en telas naturales (tipo lona) y con diseños son pintados a mano, lo que garantiza que la pieza sea única.
Entre sus productos se destaca la confección de bolsos, cartucheras, monederos y otras cosas inspiradas en la cultura indígena.
Estévez comenzó con este emprendimiento en el 2024 y en octubre ingresó a los programas del Cedel Casavalle. Allí la ayudaron con el asesoramiento económico y con la formalización de su empresa. Hoy disfruta de crear piezas únicas, hechas a mano y que su público valora.
Vidarios
Lourdes Bentancourt es de Venezuela y hace seis años que está en el país. Ella junto a su hijo tiene un emprendimiento llamado Vidario, que consiste en la confección de terrarios. Dentro de un envase de vidrio se colocan plantas vivas que se mantienen perfectamente dentro de un ambiente natural.
También se utiliza la técnica japonesa kokedama, que consiste en plantas ornamentales que se cultivan dentro de una bola de musgo. Estas quedan colgando y en algunos casos se riegan solo una vez al mes. Se pueden colocar en espacios cerrados como habitaciones o en la cocina.
Lourdes nos cuenta que la idea surgió buscando algo que fuera novedoso en el Uruguay y eso lo combinaron con su amor hacia las plantas. Encontraron en los programas de la Intendencia apoyo al presentar su idea. “El programa es realmente muy lindo y nos permite a nosotros crecer y que las personas nos conozcan. Somos inmigrantes y nos ha dado un apoyo enorme de verdad”, cuenta Lourdes.
Tahini, alimentos para el alma
En el emprendimiento de Carolina Cano se produce Thaini, alimentos para el alma, una receta típica del oriente, que consiste en una pasta a base de sésamo. Entre la variedad que ofrece combinaciones con
mantequilla de maní, de almendras y la pasta de semillas de sésamo.
Carolina cuenta que la idea surgió a partir de la necesidad de alimentarse de forma más saludable “Me empecé a hacer mis cosas y comencé a ver que había en el mercado muchas marcas, pero estas tenían aceite o azúcar y me gustaba algo más natural.Entonces empecé a hacer este para mí primero y después me empezaron a pedir. Les gustó y bueno, terminó siendo un emprendimiento”.
Se acercó al Cedel Carrasco en un llamado del programa de Cocinas Comunitarias que están allí. También participó de la Unidad Mypes que la orientó en la formalización de su empresa y en la organización administrativa. “Hay un equipo multidisciplinario en el Cedel que nos acompaña a crecer”, concluyó.
Lebiyu accesorios
Dinorah Kellogg está al frente de Lebiyu, un emprendimiento de accesorios con un perfil de orfebrería, de joyería. Ella es orfebre de profesión y confecciona accesorios de bajo costo pero con un aspecto de joyas.
Su producto estrella son los collares, los confecciona en guampa, piedras, perlas, con engarzados y de diferentes colores.
“Trato que los productos sean innovadores, que tengan estilo diferente y que los modelos no sean repetitivos”, explicó Kellogg.
A la Intendencia llegó a través de la participación de ferias en diferentes Municipios, y luego ingresó a la Unidad Mypes, y participó del programa Podés que le brindó capacitaciones para llevar adelante su emprendimiento.