Los cuerpos de agua en entornos urbanos ofrecen refugio a una amplia variedad de especies, desde plantas autóctonas hasta aves migratorias y polinizadores. Desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad, proporcionando hábitats esenciales y corredores de tránsito que conectan áreas naturales más amplias, contribuyendo así a la sostenibilidad ecológica de la región.
El monitoreo de la calidad de los cuerpos de agua es crucial para garantizar la salud de los ecosistemas y la disponibilidad de agua limpia. Detectar contaminantes y evaluar cambios permite tomar medidas correctivas, protegiendo la biodiversidad y el bienestar de las comunidades.
Objetivos
- Evaluar la calidad de los cuerpos de agua de Montevideo desde el punto de vista microbiológico, fisicoquímico, ecotoxicológico e hidrodinámico.
- Identificar los elementos de presión en cada cuenca que puedan impactar en la calidad de los ecosistemas fluviales.
- Realizar el seguimiento de los resultados, evaluando la evolución de los indicadores de calidad de agua seleccionados, en respuesta a las acciones.
Monitoreo de ríos y arroyos
Incluye cursos de agua principales (Miguelete, Pantanoso, Las Piedras y arroyo Carrasco), la cuenca baja del Santa Lucía y el Río de la Plata.
Monitoreo de lagos urbanos
Entre los lagos destacados se encuentran el Parque Rodó, Cachón, Parque Rivera, Prado, Jardín Japonés y Lecocq.
Monitoreo de humedales
Es un ecosistema de transición entre el ambiente terrestre y el acuático. Son lugares de tierras bajas con respecto a las tierras adyacentes.
Numerosos estudios han demostrado que la interacción con la naturaleza en entornos urbanos contribuye a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar la actividad física, lo cual se traduce en una mejora general de la salud. Además, actúan como importantes sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero emitidos en la ciudad.