Tocó quedarse
Nuestra Secretaría de la Diversidad es la encargada de llevar adelante “Tocó quedarse”, una iniciativa para evitar que personas del colectivo LGBTIQ queden en situación de calle.
Las personas beneficiarias se alojarán hasta el 31 de julio en el hogar Tocó Venir, una residencia para estudiantes del interior del país que se encuentra vacía debido a la suspensión de clases presenciales por la pandemia causada por la covid - 19.
Se trata de enfrentar la emergencia habitacional que sobrevino con la pérdida de ingresos de la colectividad LGBTIQ, especialmente la población migrante.
“Tocó quedarse” busca también ser una herramienta de ayuda frente al riesgo de situación de calle cuando hay familias que no aceptan las orientaciones sexuales o identidades de género no esperadas de sus hijas e hijos.
Para esta propuesta se conformó un equipo técnico multidisciplinario, encargado tanto de la gestión del espacio a corto plazo como del acompañamiento a las personas beneficiarias.
Además, se equipó el hogar con enseres básicos de cocina, ropa de cama y elementos de higiene.
Ambas acciones se realizaron con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas en Uruguay.
Durante este alojamiento transitorio también se garantiza la alimentación y se realizan acciones de formación para el campo laboral.
“Tocó Quedarse” busca generar una oportunidad de seguimiento a largo plazo de las trayectorias laborales y habitacionales de las personas participantes.
Qué nos dicen
Julio Díaz es una de las personas beneficiarias.
Llegó a nuestra ciudad desde Venezuela, caminando a través de otros países de la región, y encontró en esta iniciativa una solución transitoria a su problema habitacional, remarcando la forma de convivir.
"Las asambleas son los jueves, ahí nos reunimos y decimos todo lo que está pasando en la casa, todas las problemáticas, los inconvenientes, lo planteamos y lo hablamos, todo en base a la comunicación, y al final todo se soluciona” destacó.
Por su parte, Basil Menéndez destaca que allí los “han tratado muy bien; nos han dado canastas alimentarias y nos han apoyado mucho, emocionalmente, personalmente, en conseguir la documentación (cédula de identidad y carné de salud) y en la búsqueda de trabajo”.
Más allá de ser una situación excepcional, la propuesta se enmarca conceptualmente dentro de la Agenda de Diversidad Sexual e Igualdad Social 2016-2020, creada con apoyo de UNFPA y ONUSIDA en 2015, y que implica una política pública orientada hacia la diversidad sexual.
