Los talleres en los barrios “despertaron mucho interés y participación vecinal”

Las vecinas y vecinos juegan un papel fundamental para mantener viva la memoria de sus barrios. Recuerdos, objetos e historias son fuente de orgullo, y se tornan muy importantes para mirar hacia adelante sin olvidar la riqueza que habita en cada rincón de la ciudad. Considerando la importancia de las personas en ese proceso fue que se realizaron, como parte de las celebraciones de los 300 años, los talleres “Cuenta la ciudad desde tu barrio”.

En varios puntos de Montevideo (Sayago, Casabó, La Unión, Larrañaga, Buceo, Prado, Palermo, Colón, Flor de Maroñas, Cerrito y varios barrios más) hubo encuentros en los que se aportaron diversos elementos que contribuyen a mantener vivo el patrimonio de cada lugar. Fotos, videos, testimonios y muchas cosas más fueron presentadas por la ciudadanía a lo largo del proyecto, que la Intendencia impulsó junto a investigadores de la Facultad de Humanidades.

Annie Pehar, del la Comisión Fomento Larrañaga, le contó al Semanario ABC cómo fue esta experiencia en su barrio: “Los vecinos tomaron con mucha avidez la propuesta, deseosos de comentar, de contactarse con otros vecinos, de narrar recuerdos propios o que les fueron contados por familiares o vecinos antiguos. Realmente fue muy bueno, despertó mucho interés y tuvo mucha participación vecinal”.

Además, durante los encuentros vecinas y vecinos decidieron de qué forma se plasmaría el resultado del camino recorrido. En el caso del barrio Larrañaga, por ejemplo, “tuvimos como producto final un pequeño documentito del que participó el equipo institucional y donde se recopilan algunos aspectos de lo trabajado, se comparten algunas de las invalorables entrevistas a referentes barriales. Todo ese trabajo se va a integrar a una propuesta digital a la que todo el mundo podrá acceder. En la página de nuestro municipio ya se integraron parte de esas entrevistas, el documento y los códigos qr que hay referidas a Quijote en el barrio Cervantino, uno de los grandes patrimonios del barrio”.

“Se recibió con mucha avidez”

Lo sucedido en Larrañaga sirve para ilustrar el efecto que tuvieron los talleres en la ciudad. La entrevistada contó cómo comenzó todo: “El barrio Larrañaga fue uno de los seis barrios que fueron parte de la experiencia piloto durante el inicio del trabajo en este proceso de rescate de la historia por estos 300 años. La Comisión Fomento está muy arraigada, trabaja hace 76 años en el barrio. La primera convocatoria fue una de las más numerosas de todos los trabajos que se hicieron en Montevideo, así que quedamos muy satisfechos”.

Puede decirse que todo el barrio estuvo representado en los encuentros, ya que “invitamos a las organizaciones sociales, a los clubes deportivos, a los centros culturales, a los colegios, a los centros religiosos. Siempre hubo algún delegado que traía la historia, la experiencia, fotos, recuerdos, actividades desarrolladas durante todos estos años y el rol que cada uno jugaba. También trajeron recuerdos de una cantidad de empresas que había en la zona, que luego, con el crecimiento de la ciudad, quedaba totalmente fuera de contexto su permanencia en el barrio.

También había vecinos que recordaban la existencia de herrerías, de tambos, de las casa quinta que funcionaban en la zona, algunas de ellas aún permanecen, y otras fueron demolidas y hoy hay edificios que han transformado la vida del barrio respecto a cómo era antes. Por eso, los vecinos que participaron y los integrantes de las organizaciones sociales con mucha avidez recordaban todas esas historias y esas épocas vividas. Todas esas historias se fueron compartiendo los recuerdos de esos barrios con vida propia, con identidad”.

Llenos de tesoros

Para Annie, uno de los aspectos más destacables de los talleres “Cuenta la ciudad desde tu barrio” fue su capacidad para demostrar que los barrios están colmados de valores tangibles e intangibles. Dijo: “Fue importante la participación, las ganas de contar, y sobre todo el concepto de patrimonio. Muchas veces se considera como patrimonio solo lo arquitectónico, y considerar patrimonio otras cosas del barrio fue importantísimo en el descubrimiento de montones de cosas cotidianas por las que pasaban todos los días y no se les daba valor patrimonial. Creo que esa fue una de las cosas más importantes que se dio en estos talleres: el descubrimiento como patrimonio, infundiéndole valor a cosas cotidiana de permanencia y de raíces del barrio que no habían sido valoradas como tales”.

Como ejemplos, mencionó: “La parte arbórea, los árboles en las esquinas, las casas y las veredas. Los pájaros. Ese canto que uno descubre todas las mañanas transitando por las calles del barrio. Ese tipo de elementos a los que se le empieza a dar valor. Creo que también la conservación de objetos y de fotos. Pequeñas cajitas de galletas, ese tipo de cosas que uno no pensaba que pudieran permanecer en las casas del barrio y estaban allí. Elementos constitutivos de la escuela, carpetas, dibujos, cosas que habían hecho los vecinos cuando eran niños en la escuela del barrio”.

El valor de la participación

En la recta final, la entrevistada destacó especialmente lo mucho que iniciativas como la que nos ocupa aporta en lo que a participación se refiere. No hay que olvidarse de que “es muy importante estar en contacto con los vecinos, que son los que más conocen la realidad y nos pueden hacer llegar sus inquietudes, descubrimientos y expectativas respecto al barrio”.

El aporte de quienes participaron fue fundamental: “Esa valoración que hacen los vecinos, de nuevas referencias patrimoniales en el barrio, creo que fue uno de los grandes aportes que tuvieron estos talleres, esta invitación a la participación. Y por otro lado, el enriquecimiento que todos tuvimos de lo que los vecinos sienten importante, lo que valoran. Se habló mucho del Carnaval en el barrio, de los tablados, las comparsas. Son cosas que rescatan ese sentido de pertenencia y de identidad. Creemos firmemente que cuando hay pertenencia, identidad, se mejora el barrio, se lo quiere y se lo transforma en forma positiva”.

A modo de cierre, Annie compartió su deseo de que “estos talleres posibiliten, con cierta periodicidad y permanencia, nuevos encuentros de vecinos en los que sigamos proyectando el barrio, sigamos aportando a esa identidad y a ese sentido de pertenencia”.