Medidas de la Intendencia que minimizaron posibilidades de contagios de covid-19 en ómnibus
A partir de que se declaró la emergencia sanitaria en el país, la Intendencia de Montevideo comenzó a trabajar, en conjunto con las empresas de transporte, en una serie de medidas que se tradujeron en el protocolo que está vigente para evitar los contagios por la covid-19 en el transporte público urbano.
Este protocolo se fue construyendo con la adopción de una serie de medidas, conforme avanzaba la pandemia, tales como:
- Desinfección de las unidades al final de cada recorrido, con especial atención a la higiene en pasamanos, asientos y superficies de contacto.
- Contar con una oferta de unidades de transporte ampliamente superior a las y los pasajeros transportados.
- Ventilación permanente de las unidades de transporte, manteniendo todas las ventanas y escotillas abiertas desde el comienzo hasta el final de cada recorrido.
- Contar con un mínimo de dos papeleras por coche, ubicadas en la puerta de ascenso y puertas de descenso, vaciadas, higienizadas y puestas nuevamente en condiciones al finalizar cada recorrido
- Retiro de cortinas debido a la imposibilidad de higienizarlas correctamente.
- Dispensadores de alcohol en gel en cada unidad, en intercambiadores y terminales (Cerro, Paso de la Arena, Colón e Intercambiador Belloni).
- Uso obligatorio de tapabocas por parte del personal y pasajeros.
Fiscalización: cumplimiento del 100% de las exigencias
En cuanto a los controles a las empresas de transporte, respecto a la higiene y desinfección de las unidades, diariamente el personal inspectivo de la Intendencia concurre a una serie de terminales donde están en espera las unidades en servicio.
Allí se controla que haya personal dedicado en exclusividad a la desinfección de los coches y que la tarea se realice en las condiciones establecidas en el protocolo correspondiente.
En lo que va del año y hasta el día 11 de junio se han realizado 4.263 relevamientos de líneas en terminales. El cumplimiento ha ido en aumento hasta reflejar en la actualidad el 100% por parte de todas las empresas de transporte en las inspecciones realizadas (ver tabla 1).
A esto se suma que se llevan realizados cuatro estudios bimensuales en terminales de transporte y dos estudios aleatorios, con pasaje a bordo, a cargo del Instituto de Ciencias Biológicas Clemente Estable, para evaluar los resultados de las prácticas de limpieza y desinfección en cuanto a la presencia de de material genético proveniente de SARS-CoV-2.
Los dos últimos estudios realizados en forma aleatoria y con pasaje a bordo de las unidades durante los meses de mayo (15 unidades) y junio (30 unidades) mostraron resultados negativos (no detectable) de presencia de SARS-CoV-2.
Condiciones de ocupación de los ómnibus
La Intendencia ha tomado medidas desde el inicio de la pandemia para lograr un distanciamiento entre las y los pasajeros.
Esto se ha logrado mediante una oferta ampliamente superior a la demanda, como forma de que las y los pasajeros dispusieran de una mayor cantidad de espacio disponible para sus traslados (ver gráfico 1).
Esta situación ha implicado un desequilibrio económico en el sistema de transporte, el cual fue cubierto con aportes del gobierno nacional, del gobierno departamental, de los trabajadores y de las empresas.
En lo que hace al gobierno departamental, durante el año 2020 se mantuvieron los subsidios al sistema de transporte a la vez que se inyectaron recursos adicionales por un valor de 362 millones de pesos.
A partir del 10 de mayo, producto del acuerdo alcanzado por el gobierno nacional y el departamental que rige hasta el 30 de junio, se ha podido incrementar la oferta de transporte al mayor nivel desde el inicio de la pandemia, ubicándose actualmente en 95%, siendo que las personas transportadas se ubican en el 50%.
Monitoreo y control de la ocupación
Usuarias y usuarios del servicio de transporte público urbano han realizado denuncias por situaciones de aglomeración. Las medidas que la Intendencia ha tomado implican el análisis de la situación y determinar si amerita un refuerzo del servicio en las líneas y horarios denunciados.
Para monitorear las condiciones de ocupación de los servicios, primero se definió como situación inaceptable cuando se alcanzaba una ocupación mayor a 45 pasajeras/os, lo que equivale a todos los pasajeros sentados y entre cinco y 15 de pie, según el tipo y modelo de coche.
Se monitorea cada una de las 15.000 frecuencias que actualmente tiene el sistema en un día hábil, en cada una de las paradas que realiza en su recorrido, obteniéndose cerca de un millón de estimaciones de ocupación diariamente.
Se analiza para cada frecuencia cuántas son las paradas en las cuales la situación inconveniente se verifica y se obtiene, para cada frecuencia, el porcentaje de paradas que registraron una ocupación inconveniente (más de 45 pasajeras/os) sobre el total de paradas total de la frecuencia.
Con los resultados de las estimaciones, se detectan los “puntos calientes” y esta información se comparte con las empresas de transporte para reforzar las líneas y horarios en los que se detectan las situaciones inconvenientes y también líneas donde existe capacidad remanente, para trasladar recursos de esas líneas hacía otras con mayor ocupación.
En la situación pre pandemia, el indicador registraba situaciones de ocupación mayor a 45 pasajeras/os en las unidades en el 10% de las paradas a lo largo del día (ver gráfico 2).
A partir de marzo del 2020, con la caída de la cantidad de personas transportadas y estando la oferta siempre muy por encima, el indicador cae casi a 0% comenzando luego a incrementarse, asociado a la recuperación de pasajeras/os transportados, pero sin superar el 4% del total.
En el año 2021, luego de alcanzar el valor máximo de 4% en marzo, con el comienzo de la presencialidad en la educación y el aumento en la cantidad de pasajeras/os transportados, el indicador disminuye a partir de mayo y junio hasta ubicarse en 1% actualmente.