Dunas: un elemento clave de nuestras playas
Durante la temporada estival la costa de Montevideo representa uno de los principales atractivos tanto para vecinas y vecinos como para quienes visitan la ciudad.
Desde 2005 Montevideo es la primera capital del mundo con playas certificadas por la norma ISO 14.001 sobre Gestión Ambiental, como resultado de las políticas que implementa la Intendencia para favorecer el desarrollo sostenible de la costa.
Una de las acciones que se realizan en este marco consiste en la fortificación de las playas urbanas mediante la generación de dunas.
Las dunas son formaciones de arena moldeadas por el viento y la vegetación que actúan como una barrera protectora que impide que la arena se disperse. Cumplen la función de evitar que el viento y las fuertes olas golpeen directamente llevándose la arena o produciendo daños en las infraestructuras que allí se encuentren.
El diseño urbano de nuestra faja costera no permite la generación natural de dunas, por lo que la comuna trabaja en el mantenimiento de las playas instalando vallas captoras de arena.
El vallado se forma a partir de la colocación de postes con líneas de alambre dulce donde se entretejen hojas de palmera Fénix, una especie que se encuentra en toda la costa de la ciudad y que genera estabilidad en las estructuras. Posteriormente se coloca la arena con maquinaria.
Nuestras acciones para protegerlas
En 2008 la Intendencia firmó un convenio con la Facultad de Ciencias para evaluar la situación de las playas de la ciudad. El objetivo fue conformar un plan de mitigación para evitar la pérdida de arena en la costa. A partir de ese estudio se consolidó la construcción de este tipo de dunas que integran vegetación nativa.
Transitar las dunas regeneradas afecta su estabilidad y contribuye a la erosión. Para preservarlas es conveniente utilizar las pasarelas de madera y los accesos habilitados que se colocan en las playas, estructuras diseñadas para permitir que la vegetación pueda desarrollarse por debajo.