Sala Zitarrosa
La sala Zitarrosa ofrece a los artistas una variada gama de servicios para la realización de sus espectáculos, entre los que se destaca su equipación de sonido e iluminación de alta tecnología, adaptable a todo tipo de espectáculos.
Del cine Rex a la sala Zitarrosa
El edificio Rex fue construido por el arquitecto Alfredo Jones Brown entre 1926 y 1928. Es otra de las numerosas obras de su legado, entre las que se encuentran la vivienda de descanso de Francisco Piria (Piriápolis, 1903), el Instituto Alfredo Vázquez Acevedo (IAVA, en Lavalleja y Eduardo Acevedo, Montevideo, 1909) y la escuela Reducto (Vilardebó 1538, Montevideo, 1913).
El edificio Rex está considerado una de las más destacadas realizaciones modernistas del período. Presenta una propuesta arquitectónica académica con tratamiento decorativo sobrio que intercala trazados geométricos que dejan ver la influencia de la secesión vienesa. En la esquina está rematado por un mirador circular, rodeado de columnas y coronado por una cúpula cubierta por azulejos policromados. Este mirador era utilizado por los comerciantes que habitaban el edificio para ver la llegada de los barcos a puerto y, por lo tanto, la llegada de su mercadería.
Al construirse el mirador en 1930 la diagonal Agraciada (hoy conocida como avenida del Libertador) adquiere un sugestivo interés, convirtiéndose en el punto focal de la vista panorámica que se aprecia a lo largo de esta avenida, en contrapunto con el Palacio Legislativo en su otro extremo. El edificio alojó en la planta baja, sobre la avenida 18 de Julio, al Cine Rex Theatre, que funcionó entre los años 1928 y 1980, como una de las salas más lujosas de Montevideo. Tenía capacidad para 850 personas y alcanzó récord de estrenos a lo largo de todos esos años. Sobre su fachada y coronado por un gran arco escorzano, se encuentra un gran vitral con la imagen del Dios Pan que convoca a su rebaño con la flauta, a través del cual se ilumina naturalmente la primera planta de la sala.
A principios de los ochenta esta distinguida sala de cine, reconocida y elogiada por los montevideanos por su programación, arquitectura y fina decoración, se convirtió en una feria que desmejoró no tanto su estructura como su imagen. La falta de un mantenimiento adecuado o inexistente acelera el proceso del paso del tiempo sobre los yesos, molduras y mármoles.
El fin de esta etapa fue cuando en 1997, la Intendencia Municipal de Montevideo luego de adquirir el edificio, llamó a concurso para su restauración. Al llamado acudieron cerca de 400 arquitectos, entre los cuales fue seleccionado el Conrado Pintos. Luego de la selección, el Arq. Pintos se instaló en la vieja y desmejorada sala y comenzó su tarea. Según él era inimaginable el estado en que se encontraba la sala, un rompecabezas de mármoles de inigualable calidad, partes de molduras totalmente destruidas y materiales "arrancados" de su lugar. Ante este panorama, el principal cometido del Arq. Pintos era restaurar todo lo posible con gran respeto por los materiales existentes, incorporando materiales contemporáneos para sustituir lo perdido, manteniendo siempre la armonía entre lo antiguo y lo moderno. Así transcurrieron los largos meses de arduo trabajo para lograr lo que hoy es la sala Zitarrosa.
En 1997 la Intendencia adquirió el local con la intención de generar un centro cultural con acento en la música nacional. Por tal motivo la Sala lleva el nombre de Alfredo Zitarrosa, el destacado representante de la música popular uruguaya. Luego de 18 meses de trabajo y remodelación, fue inaugurada el 3 de noviembre de 1999.