Todos por la música: “Queremos apoyar el gusto por la música”
¿Qué los llevó a presentar este proyecto al Presupuesto Participativo?
Pilar Olascoaga. Nosotros ya teníamos cierta experiencia y antecedentes con el PP. En el año 2006 y 2007 presentamos una propuesta para remodelar y ampliar la sala del teatro La Experimental (ubicado en Míchigan y Dr. Decroly) que estaba abandonada porque Primaria no había invertido en ella por más de 40 años. Estaba muy deteriorada y, como había intención del barrio de tener un centro cultural, nos parecía que destinar recursos allí era importante y lo más fácil para tener el centro. Con la experiencia de la sala funcionando, se creó la asociación civil para darle una forma jurídica y poder gestionarla. Luego quisimos ir un paso más, complementar lo que hacemos y desarrollar una propuesta para los niños del barrio y del municipio. En particular estábamos mirando hace tiempo a los artistas infantiles y juveniles de Uruguay, ya habíamos tenido contacto con ellos, pero por una cuestión de disponibilidad económica. nosotros como asociación civil no podíamos acceder a recursos para integrar un núcleo sin apoyo externo. Con todo lo que veníamos trabajando decidimos presentarnos al PP para la compra de instrumentos.
¿Recibieron ayuda en la elaboración de la propuesta?
Buscamos apoyo e información con Primaria, con la inspección de las escuelas de educación musical y artística, con el director de la escuela de música de la Intendencia y con promoción cultural. Estuvimos conversando con todos ellos para darle la forma final a la iniciativa y que fuera viable. Nos informamos con gente que sabe del tema porque en realidad no sabemos de música ni de instrumentos, así que recogimos distintas opiniones en cuanto a lo que se podía hacer como desarrollo del proyecto de promoción y enseñanza de la música.
¿Cuáles son sus principales expectativas?
Que la experimental tenga un coro de niños y también un núcleo musical, una orquesta o conjunto infantil y juvenil. Queremos apoyar el gusto por la música, que los chiquilines tengan la experiencia de tener un instrumento en la mano. No trabajar solo con los alumnos de la escuela Experimental, sino también con la gente de otras escuelas de la zona.
¿Cómo fue la campaña para la elección?
En eso siempre fuimos un grupo que planificó bastante. Dispusimos de un monto de dinero de la asociación civil para la compra e impresión de 10.000 volantes, queríamos que la información llegara a todas las escuelas públicas de la zona y a los niños. También pagamos unas horas de carro parlante. Veníamos trabajando desde antes, a lo largo de todo el año. En abril de 2016 empezamos a promover que en el barrio se festejaran los 120 años de Malvín y a través de eso fuimos construyendo vínculos con instituciones de la zona, y en mayo presentamos la propuesta. Ya veníamos diciéndole a todo el mundo que estábamos en esto y esperábamos la viabilidad. A fines de setiembre nos avisaron que la propuesta era viable y ahí buscamos imprimir los 10.000 volantes. Era una propuesta fácil y entendible que a la gente le gustaba y estaba orientada a los niños.
¿Recuerdan cómo se sintieron en el momento que se enteraron que su propuesta resultó electa?
Contentos, en cierta manera lo esperábamos. Contentos pero con mucha responsabilidad porque implica un paso más en la gestión de un proyecto que es bastante voluminoso en cuanto a cifras y a niños, pero estamos trabajando. En este momento estamos en medio de un cambio de autoridades de la asociación civil y esperando eso para ya empezar los trámites con la Intendencia.
¿Qué evaluación personal le da a esta herramienta de participación?
Es muy buena e interesante. Creo que no se la aprovecha como se debería en el sentido que es una herramienta para promover fuertemente la organización en el barrio y en varios lugares eso no se ha logrado.
