Hermerinda Pintos Martins
Nacó en Rivera en 1948 y desde hace 33 años vive en el barrio Campo de los Milagros, donde la conocen como Mamita. Se saluda con todos, es humanitaria, muy humilde, trabajadora y de corazón amplio.
Trabaja desde los cinco años. A los siete años su madre la envió a Montevideo con su primera patrona. Al llegar a la ciudad, entre los primeros recuerdos que tiene Hermerinda, rememora cómo la rapaban porque su patrona decía que "los negros no podían tener ese pelo". Su madre envió a ella y a su hermana con distintas familias para poder solventarse, trabajaban por el calzado y la ropa. En las vacaciones su madre pedía que la llevaran para ver a su familia en Rivera, pero no lo hacían porque la tenían mal alimentada y sin pelo, mintiendo que era Hermerinda la que no quería ir. Le avisaron a su madre para que hiciera la denuncia. Co ocho años años, al volver a su casa, sus hermanos no la reconocieron, Hermerinda cuenta cómo le calentaron un plato de sopa para comer y a la primera cucharada se desmayó, era tal el grado de desnutrición que su cuerpo poco resistía, sumado a los castigos y palizas que recibía en caso de romperse algún plato de la loza. A los once años su tía se enfermó y su madre la mandó a acompañarla. Allí vivió nuevamente un calvario, con mucha violencia. Otra tía, al ver las marcas de heridas en sus piernas fruto de golpes de bastón, la sacó de allí para enviarla nuevamente a Rivera.
Con doce años volvió a Montevideo para trabajar "con cama". Recuerda cómo tenía que cuidar a dos niños, uno con hepatitis: "nadie podía entrar, la negra sí tenía que entrar". No sabía escribir, pero sí leer. A los 18 años se casó y cuenta que su madre la recompensó cuidando a sus hijos: "Mi madre no entendía las cosas, sus nietos eran quienes le enseñaban". La vida con su marido la define como "peor que en la esclavitud".
Hoy tiene nueve hijos (una de ellas fallecida a los 38 años), 29 nietos y 10 bisnietos. Al relatar la violencia sufrida con su marido, uno de los hijos presentes le preguntó a su hijo (nieto de Hermerinda) "si un hombre le pega a una mujer, ¿qué es?", "un cobarde" contestó el niño. A los 65 años Hermerinda hizo tercero, cuarto y quinto de escuela; a los 66 cursó sexto completo y terminó la primaria. Le gusta la historia, el arte, Picasso, Cúneo, Blanes, su favorito es Torres García.
De una clase de 32 alumnos solo ella realizó el deber de ir al Museo Joaquín Torres García en el barrio Ciudad Vieja. Fue un momento maravilloso, se quedó deslumbrada al llegar a la puerta de entrada y se mantuvo un buen rato allí, al acercarse el seguridad del museo a preguntarle qué hacía allí, Hermerinda le dijo que le daba vergüenza y le explicó que estaba haciendo una tarea para la escuela. Hoy continúa trabajando y quiere seguir aprendiendo. La solidaridad y la lucha para salir adelante son valores que "Mamita" continúa transmitiendo a su familia y a su barrio.