Publicado: 22.06.2023 - 13:16 | Última actualización: 23.06.2023 - 10:45

Barrios

-

Reducto

Otro de los barrios montevideanos con nombre guerrero, debido a la fortificación improvisada que allí realizó el general Rondeau durante el sitio a Montevideo de 1813. Es el sitio de nacimiento de Cristina Peri Rossi, una de las narradoras más importantes del país. "Elijo el Reducto como mi recuerdo favorito” (Cristina Peri Rossi, en comunicación privada).

Jacinto Vera 

Liber Falco (1906-1955) describe el barrio en uno de sus más bellos poemas, "Yo nací en Jacinto Vera", y poco importa que en realidad no nació en Jacinto Vera sino en Villa Muñoz, en la calle Blandengues esquina Constitución, según averiguó el editor Heber Raviolo. Sí es cierto que Falco vivió de niño y amó siempre ese barrio apacible, bajo, un poco monótono.

Falco fue un poeta urbano, llano, luminoso. Tal vez el principal poeta de las calles montevideanas. Su poesía, según Arturo Sergio Visca, se compone de "Suburbios; ranchos de los arrabales; las calles de Montevideo; cercos de cinacinas; baneras solas, abandonadas, entrevistas desde un ferrocarril que escupe un humo negro; coros de gallos conjugando su canto con el de las campanas de una amanecer".

Jacinto Vera

Yo nací en Jacinto,

qué barrio, Jacinto Vera,

ranchos de lata por fuera

y por dentro de madera.

De noche blanca corría,

blanca corría la luna

y yo corría tras ella,

y yo corría tras ella.

(Liber Falco, "Yo nací en Jacinto Vera")

La Blanqueada

En la avenida Garibaldi y 8 de Octubre está ubicado el Instituto Crandon, donde desde 1957 se edita y reedita sin parar el libro culinario más exitoso en la historia del país, el Manual de cocina del Instituto Crandon. En parte del amplio terreno del instituto estuvo ubicada en otra época la casa de la familia de Florencio Sánchez, sobre la avenida Garibaldi.

Barrio Atahualpa

Dos nombres prestigiosos se asocian a esta zona montevideana. El primero, el del filósofo Carlos Vaz Ferreira, que en 1918 construyó la quinta en la que viviría el resto de su vida, junto a su esposa, Elvira Raimondi, y luego, sucesivamente, sus ocho hijos. La dirección actual de la quinta es Dr. Carlos Vaz Ferreira 3610.

El otro residente célebre del barrio fue Felisberto Hernández, que nació allí el 20 de octubre de 1902 en la calle Huáscar, en una casa que por aquellos días tenía el número 4. "En Atahualpa. Allí nací, y tengo recuerdos desde un poco antes de los tres años". ("Primera casa", enTextos póstumos, 1969)

Los dos atahualpenses célebres se conocieron y frecuentaron. Felisberto concurría a veces a las veladas musicales por primera vez (habría otros matrimonios, apasionados, turbulentos, incluso uno novelesco con una espía rusa) con Maria Isabel Guerra, y la pareja se mudó a la calle Francisco Bicudo esquina Larrañaga (hoy Avda. Dr. Luis Alberto de Herrera), a un par de cuadras de la quinta de Vaz Ferreira.

Melilla

“La lluvia de verano formaba una capa marrón y pegajosa sobre el empedrado de Camino Melilla. El cuelo era enorme sobre el campo abierto, allí donde terminaban las calles, las casas, y sólo quedaban camino, barro, pastizales de un verde amarillento, yuyos que crecían en la mugre, y un banco debajo de los árboles donde las mujeres se sentaban a tomar mate”. (Lalo Barrubia, Los misterios dolorosos)

Colón

“En aquellas mansiones de la avenida Lezica sólo podían vivir familias enormes rodeando a un matrimonio eterno. Tantos cuartos dispuestos a recibir hijos y nietos, a multiplicar el ritual del avenimiento, sólo podían existir en los largos momentos del siglo y las ciudades en que las familias perduraban hasta la hipocresía o hasta la muerte”. (Alicia Migdal, La casa de enfrente)

Cerrito de la Victoria

“Siguieron y treparon con mucho trabajo por las calles empinadísimas y ardientes del Cerrito y por fin llegaron a la iglesia, un monumento de ladrillo que dominaba la ciudad y que es más chica de cerca que de lejos y más grande por dentro que por fuera”. (Martín Lasalt, Pichis)

Manga

“El viaje fue bastante largo. Lo último conocido que recuerdo es el camino Mendoza en dirección norte, como alejándonos de Montevideo, con sus árboles negros, más negros y callados que la noche que nos aplastaba”. (Eduardo Alvariza, Rojo del cielo)

Villa Española

“Es raro este barrio y lo quiero arrinconar. Aunque sea acá en este boliche de orilla, donde todos parecen aburridos para siempre, porque he vuelto”. (Elder Silva, Sachet)

Cerro

“El Cerro pequeñito se llena de cuidados; el delantal le visten manos trabajadoras y mira con sonrisa de bienaventurados en sus limpios obreros, estrellas trepadoras”. (Canto a Montevideo, Sara de Ibáñez)

Punta Gorda

“Pilcomayo corre paralelamente a la rambla y al morir, dos cuadras más al este, en Ytu, se abre sobre una vista en cornisa: desde lo alto, el río como mar suele crecer largamente –en los días calmos y claros– el cabrilleo del sol sobre las aguas; en especial si son las ocho de la mañana y ese sol ha acabado de coronar la jiba de Punta Gorda. Y desde allí, también golpea el viento del Este, el de agua como peste, si sopla el temporal”. (Carlos Martínez Moreno, El color que el infierno me escondiera)

Playa Carrasco

Montevideo tiene un aire de pereza.

Tendida cabe el río, sobre colinas gayas,

aburrida bosteza

hacia el espacio, por sus cinco playas.

¡Oh, las graciosas playas de

Montevideo!

Abren sus blancos brazos,

como con el deseo

de estrechar todo el río en sus arenas,

y el río les regala el cabrilleo

de sus aguas serenas.

(Emilio Frugoni, Las playas)

Malvín

“Malvín olía a pizza cuando en el Rodelú se sentaban en las noches los escritores. Dicen que allí se conocieron Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti y sucedió el flechazó que duró medio siglo entre el amor y desamor”. (Alondra Badano Gaona, La suerte de Olvido)

Buceo

“Naranjos y casas de antiguos

funcionarios de la /

Compañía de transporte /

Naranjos y el tráfico por la rambla

costanera /

Milonga rioplatense /

Perfume de Rivera y Propios.”

(Luis Pereira, Fotografía de tu pelo enredado)

El Prado

“Entrar al Prado es internarse en el principio del siglo, es estar más atrás que nosotros mismos, es comprobar nuestra primera forma de desaparición:

el no haber nacido todavía. La ciudad se esfuerza y apresura, trabaja; el Prado, en cambio, se demora suavemente". (Carlos Maggi, Gardel, Onetti y algo más)

Barrio Sur

Barrio Sur… Viejo barrio querido

que te van arrancando a pedazos

perfumado con olor de leyenda,

para vos es mi canto.

Para vos Barrio Sur de mis sueños

que me has visto jugar de muchacho

y guardás en tus calles estrechas

mil recuerdos sagrados.

(Victor Soliño, "Adiós a mi barrio")

Compartir esta página
Ir al Facebook de la Intendencia de Montevideo
Ir al Twitter de la Intendencia de Montevideo
Ir al Instagram de la Intendencia de Montevideo
Ir al canal de Youtube de la Intendencia de Montevideo