Malvín y Brava
Los orígenes
Hacia 1900 Malvín era "una especie de desierto –escribía Lorenzo Rosso, en 1972 en el boletín del Rotary Club Malvín–, un páramo de arena salpicado por médanos, algunos de los cuales tenían una altura de 20 metros o más. Esa arena era transportada a la ciudad y barrios cercanos, y usada para la construcción, instalándose por entonces varias areneras en la zona."
"Los primeros pobladores fueron familias de lavanderas que empujadas por el avance de la ciudad fueron dejando los 'pocitos', en busca de algún lugar propicio para su trabajo y así abandonando lo que empezaba a insinuarse como un gran balneario, se afincaron en nuestra privilegiada zona, donde contaban con el agua dulce que tanto necesitaban para su oficio".
"En los primeros tiempos las playas de nuestra zona eran privilegio casi exclusivo de los purasangre que venían de Maroñas a reponerse de dolencias sufridas en la pista, por lo que junto a las viviendas de lavanderas que se levantaban en la comarca, había muchas caballerizas que alojaron a muchos caballos de carrera, cracks de la época".
"Ya por el año 1920 y aun antes, con las calles sin pavimentar salvo la Rambla, construida por 1919, y las actuales Orinoco y 18 de Diciembre –continuaba Rosso– empezaron nuestras playas a a ser frecuentadas por familias, muchas de las cuales construyeron los primeros chalets que le fueron dando al barrio las características de un verdadero balneario, ocupados solamente en verano".
En la década de 1920, veraneaban en la costa malvinense grandes figuras populares del Río de la Plata: Carlos Gardel, Irineo Leguisamo, Francisco Canaro, Francisco Maschio... También fueron apareciendo los infaltables bohemios de la costa, prolongando el ámbito de los "ranchos" del cercano Buceo.
Fragmentos del libro de Aníbal Barrios Pintos y Washington Reyes Abadie, Los barrios de Montevideo. VII. De Pocitos a Carrasco. Intendencia Municipal de Montevideo, 1994.