Presentación de informe sobre vejez y diversidad
La presentación tuvo lugar el jueves 31 de agosto en la sala Dorada del edificio comunal con la participación de autoridades de las secretarías de Diversidad, Étnico Racial y Personas Migrantes, y de Personas Mayores de la Intendencia de Montevideo, la Universidad de la República y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).
Se trata del primer informe sobre vejez y diversidad presentado por la Intendencia, tras haber resultado uno de los proyectos ganadores del Fondo Marielle 2022.
"Estos son temas que nunca han estado en agenda", sostuvo el director de la Secretaría de Diversidad de la comuna, Sergio Miranda. El jerarca destacó también la importancia y necesidad de continuar avanzando en el abordaje de estas temáticas en diálogo permanente con la academia y la sociedad civil.
ENVEJECER CON ORGULLO
Una de las características de las sociedades modernas refiere al éxito logrado en cuanto al aumento de los años de vida. En este sentido, la vejez adquiere cada vez mayor relevancia en la medida en que ya no envejecen las personas solamente, sino que también envejecen las poblaciones.
Esto trae aparejada una serie de desafíos que, desde diversas dimensiones, complejizan el asunto: la seguridad social, los cuidados, la salud, el mercado laboral, la vivienda, el espacio público, la tecnología y la participación.
En el plano de lo simbólico e identitario, estos desafíos invitan a reflexionar y problematizar sobre los discursos vigentes en torno a la construcción social de la vejez y el envejecimiento desde la perspectiva de la diversidad sexual.
Uruguay transita hoy la entrada a la vejez de las primeras generaciones que, de diversas formas y en diferentes grados, buscaron vivir fuera del armario en su país.
Esta propuesta de investigación adquiere relevancia en un contexto nacional que se caracteriza por la casi inexistente problematización y acercamiento a la intersección de la vejez y las orientaciones sexuales disidentes.
Se desconocen, por ejemplo, los procesos de envejecimiento de las y los homosexuales, así como las significaciones que elaboran de esta etapa de la vida, sus expectativas y las opciones para construir una vejez digna.
Por primera vez en la historia asistimos a mayor visibilización de personas viejas que se identifican con identidades sexo-genéricas no heterosexuales, generaciones que han transitado sus cursos de vida en un contexto de persecución y violencia, de fuerte control y estigmatización, al tiempo que sus luchas forjaron las transformaciones sociales actuales en lo que refiere a las relaciones de género y sexualidad, y el derecho a elaborar proyectos de vidas viables.
La intersección de la edad con la identidad sexual disidente promueve una doble discriminación que genera una tensión entre modelos identitarios de una vejez desexualizada y una identidad sexual hipersexualizada.
A su vez, esta intersección los aleja de los dos grupos con los cuales comparten mayor afinidad: la comunidad LGBTIQ+ y la comunidad de personas mayores.
Dentro del primero aparecen elementos como la pandemia del VIH/sida y mayor valoración por la juventud dentro de la propia comunidad.
Dentro del segundo se identifica cierta incapacidad para defender la inclusión de las personas mayores LGBTIQ+ y la promoción de programas específicos que terminan reafirmando una visión de heterosexualidad generalizada.
La diversidad sexual no forma parte de la agenda de las organizaciones de personas mayores, así como tampoco la vejez integra la del movimiento LGBTIQ+.