Igor Yebra es Ciudadano Ilustre de Montevideo
En la ceremonia de entrega de la medalla que distingue a quienes son declarados Ciudadanos Ilustres de Montevideo participó, junto a la Intendenta y el homenajeado, la directora del Departamento de Cultura, María Inés Obaldía, en un evento conducido por la actriz y comunicadora Noelia Campo.
La jornada tuvo lugar en el teatro Solís, el lunes 30 de noviembre.
Yebra, llegado a nuestra ciudad para dirigir el Ballet Nacional del Sodre, ha desarrollado una extensa y reconocida trayectoria en el mundo de la danza.
Obaldía recordó el interés de Yebra por el fútbol que fue cambiando paulatinamente por el aprendizaje del ballet y destacó “su vocación de docente, que más allá de su habilidades y logros como bailarín, de su potencialidad a la hora de desplazarse por el aire y volar sobre el escenario, ha tenido claro y que en ninguno de estos momentos ha dejado de ser un docente, ni de compartir y sembrar ese conocimiento que quiere dejar como un legado para sus contemporáneos y para el futuro”.
Carolina Cosse expresó a Yebra que nos hace un gran honor al aceptar la distinción y que “lo que vamos a entregarte hoy con humildad y con un enorme respeto, tiene un valor adicional. Porque en el día de hoy -en el mismo día en que la Intendencia de Montevideo está pidiendo que aceptes la condición de Ciudadano Ilustre- en La Teja, en el Club Progreso, se nombró a la sala del club Tabaré Vázquez. Por eso este día es muy especial para los montevideanos y las montevideanas, para las uruguayas y los uruguayos”.
Igor Yebra agradeció emocionado, expresando el compromiso de honrar la distinción llevándola por todo el mundo.
“Me gustaría empezar diciendo una palabra que no puede abarcar todo lo que siento en estos momentos, pero les puedo asegurar que sale de lo más profundo: eskerrik asko, un gracias de corazón”, expresó.
Yebra recordó que hace diez años recibió la misma distinción por parte de Bilbao, su ciudad natal.
“Diez años más viejo -y espero que algo más sabio- está ocurriendo aquí. Rememorando a Benedetti, diría que la madurez llega con su relámpago de sabiduría cuando uno no tiene donde caerse sabio. Yo tengo dos ciudades donde caerme muerto en estos momentos”.
El bailarín explicó que llegó a Uruguay a inicios de 2018 “porque había políticas culturales que me interesaban. He recorrido el mundo y he pasado por dos crisis económicas muy importantes y lo primero que se recortaba era siempre la cultura, que para mí es un bien social que nos aporta valores éticos y que nos hace desarrollar un pensamiento propio, algo que es fundamental. Eso es lo que normalmente se hacía y aquí se estaba haciendo lo contrario”.
Yebra agradeció a todas y todos los que trabajaron y tuvieron que ver con la posibilidad de hacer bien su tarea, tanto autoridades y artistas como funcionarias y funcionarios, y resaltó la importancia del trabajo colectivo “por y para la ciudadanía”.
Por último se refirió a la situación mundial de la pandemia y afirmó que “son momentos en los que uno se debe poner a trabajar y construir cosas nuevas sin tener miedo a lo que pase. Creo que Montevideo está en un lugar privilegiado para poder construir. Es una ciudad que puede ser faro e inspiración para el resto de las ciudades que están sufriendo”.
Trayectoria artística
Nacido en Bilbao en 1974, Yebra se desempeña como profesional desde sus 14 años.
Entre 1997 y 1999 bailó para el Australian Ballet, la primera de muchas compañías internacionales para las que trabajó, entre las cuales se encuentran las prestigiosas Ballet Nacional de Cuba, la compañía de La Scala de Milán, el Kremlin Ballet, entre otras.
En 2004 se transformó en el primer bailarín no ruso en interpretar a Iván el Terrible en el Palacio Estatal del Kremlin.
Entre 2002 y 2012 fue el Primer Bailarín invitado de la Ópera de Roma. En 2006 fue nombrado Bailarín Estrella del Ballet de la Ópera de Burdeos, bajo la dirección de Charles Jude, título que llevaría por diez años.
Como coreógrafo ha realizado creaciones para óperas como La Traviata, Carmen o Il Signor Bruscchino, además de varias obras propias, entre las que se encuentra El Cisne XXI, versión de la famosa coreografía La muerte del Cisne.
Entre sus galardones destacan el Gran Premio de Eurovisión para jóvenes bailarines (1991). En Italia cosechó los premios “Danza & Danza” al mejor bailarín del año (1996), Léonide Massine-Positano (2003) y el Gialino D’Oro del Ministerio de Cultura (2010). En 2009 fue designado miembro del Consejo Internacional de Danza de la Unesco.
En el año 2006 fundó su propia academia en Bilbao, destinada al aprendizaje por parte de niñas, niños y adolescentes, pero también de personas adultas que en su momento no tuvieron oportunidad de acercarse al mundo del ballet.
Desde su rol de maestro aboga por un abordaje integral del arte, brindando clases de ballet clásico, danza contemporánea, flamenco, interpretación e historia del arte.
Desde febrero de 2018 se desempeña como director del Ballet Nacional del Sodre, sucediendo a Julio Bocca.
Puso en escena obras como El Corsario, El Quijote del Plata y La Viuda Alegre, entre otras, a lo que se sumó una gira a nivel nacional con presentaciones en Artigas, Salto, Paysandú, Soriano, Río Negro y San José.
En 2019 estrenó La Sílfide, Onegin y Manon, última presentación de María Noel Riccetto, así como La Noche Francesa, cierre de la exposición “Picasso en Uruguay” en el Museo Nacional de Artes Visuales.
En 2020 estrenó Un Tranvía Llamado Deseo, que tuvo una única función antes de la declaración de emergencia sanitaria el 13 de marzo.
Yebra mantuvo el ballet funcionando, aunque sin público, logrando sostener la forma física de las y los bailarines en un contexto por demás exigente.
Facilitó así la presentación, entre el 19 de setiembre y el 4 de octubre, de la Gran Gala de Ballet, con títulos como La Bella Durmiente o Intake, además de El Cisne XXI y El Quijote del Plata.
Con esta última obra logró un importante aporte a “Montevideo: Ciudad Cervantina” y un tributo a la vida y la obra de Arturo Xalambri, escritor uruguayo que construyó una de las colecciones más importantes de la obra de Cervantes fuera de España.
Al cumplirse el centenario del nacimiento de Mario Benedetti, Yebra cierra su período al frente del Ballet Nacional del Sodre con el estreno de La Tregua, adaptación de la obra publicada en 1960, para la cual convocó a artistas como el dramaturgo Gabriel Calderón, el músico Luciano Supervielle, la coreógrafa Marina Sánchez y el vestuarista y escenógrafo Hugo Millán.