Martínez Reina
Martínez Reina como sitio de memoria es uno de los espacios habitacionales que alojó a varias familias afrodescendientes desalojadas durante la última dictadura cívico-militar, en las décadas de 1970 y 1980. A partir de la declaración municipal de "fincas ruinosas", en barrios céntricos como Ciudad Vieja, Aduana, Sur, Palermo, Cordón, Parque Rodó, Tres Cruces, cientos de ciudadanos fueron forzados a realojarse en la periferia de la ciudad capitalina, habitando lugares transitorios de, como Martínez Reina.
Martínez Reina es el nombre con que se conoce lo que fue una fábrica textil que llegó a emplear a más de 500 personas a principios del siglo XX, en la zona de Capurro. Luego del inminente cierre de las fábricas Campomar y Aurora, pasó a ser un "hogar municipal", en el cual se alojaron cientos de personas a modo de "depósito humano".
Los testimonios de familias que vivieron el proceso de desaolojos y realojos relatan las condiciones inhumanas en que se encontraban las habitaciones, muchas veces separadas por nailon como remplazo de paredes divisorias, así como la compleja situación de convivencia dado el contexto socioeconómico de la población que allí se depositaba. Allí también la resiliencia afro hizo que muchas familias se reencontraran y se unieran con las artes del candombe como herramienta histórica de denuncia, resistencia y unión solidaria ante la adversidad. En el año 2019 el MEC y la IM anunciaron un proyecto de reciclaje del lugar, con la construcción de 100 viviendas, un centro CAIF y un espacio multifuncional.
