Una Iemanjá distinta
Como explicó la intendenta Cosse, la exhortación implica “proteger un bien mayor, que es la salud del otro”.
Todos los 2 de febrero las playas de la ciudad reciben a numerosas personas que se congregan para celebrar a la diosa del mar, Iemanjá.
Se trata de una festividad vinculada a la comunidad religiosa de matriz africana de Uruguay, que tiene un impacto cultural y social de relevancia en Montevideo.
Debido a la situación sanitaria que atraviesa el país por el covid-19, este año la Intendencia recuerda que la realización de eventos que impliquen aglomeración de personas no está habilitada.
Por ello se exhorta a la población a no concurrir a los lugares donde habitualmente se desarrolla esta celebración.
Si bien la emergencia ha generado numerosas dificultades y condicionantes, desde la Intendencia se resalta la necesidad de cuidarnos para volver a disfrutar de las actividades que son parte de la cultura nacional.
Fe y solidaridad
Tal como anunció la intendenta, la comuna estableció una mesa de diálogo con varios colectivos y centros religiosos de matriz africana, que además integran el Mapeo de Afrodescendencia Resiliente.
En ese sentido, se dialogó sobre las particularidades de la celebración este año y la preocupación que genera una posible aglomeración.
La Intendencia agradece especialmente a las organizaciones que sugirieron que la tradicional ofrenda de esta festividad sea transformada en alimento para donar a las ollas populares en el marco del plan ABC.
“Lo que buscamos es que las organizaciones pidan a su gente transformar las ofrendas comestibles en donación para las ollas”, informó la intendenta Cosse.
Se aclara que no todas las organizaciones se suman a esta convocatoria, alegando fundamentos religiosos, que son respetables.